miércoles, 17 de octubre de 2012

Visión y construcción de futuro


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El presente se construyó en el pasado y el futuro se construye en el presente.
Por Yezid Soler B
Tabla de contenido

1. ASPECTOS CONCEPTUALES: EL ABC DE LA PROSPECTIVA

1.1. Qué es la prospectiva
1.2 La flecha del tiempo
1.3 La prospectiva, mente y sueños
1.4 Prospectiva, creatividad e innovación
1.5 Innovación y prospectiva
1.6 Prospectiva y economía
1.7 El pensamiento global y la acción local

2. ASPECTOS TEÓRICOS DE LA PROSPECTIVA

2.1 El significado de la teoría
2.2 Prospectiva y ciencia económica
2.3 Ciencia y prospectiva
2.4 Las leyes de la termodinámica y la Prospectiva
2.5 La teoría de la relatividad y la Prospectiva
2.6 Prospectiva y caos

1. ASPECTOS CONCEPTUALES: EL ABC DE LA PROSPECTIVA

¿ Por qué la prospectiva?

La palabra prospectiva proviene de prospecto, que es la manera de mirar un objeto. En latín, el verbo prospicere significa mirar a lo lejos. Pero, ¿ por qué una mirada de largo plazo ?, si al fin y al cabo en el largo plazo estaremos muertos, como decía J. M Keynes. ¿ Por qué no vivir el presente y disfrutarlo?.

En mi opinión, el conocimiento del pasado, el presente y el futuro aporta una visión amplia y enriquecida de la vida,. Vivir solo en el pasado nos da elementos valiosos, pero si nos quedamos ahí, se estanca la dialéctica y la riqueza de la vida. El presente es el centro de la vida. Pero si vivimos solo el presente tendremos una visión miope y seremos seres incompletos y atropellados por los acontecimientos.

El futuro nos debe interesar porque ahí es donde vamos a vivir el resto de nuestros días. Una mirada anticipadora nos permite estar preparados y actuar con menos riesgo de fracaso y reducir el despilfarro o mal uso de energía y de recursos. En opinión del reconocido neurocientífico Rodolfo Llinás la capacidad de predecir o anticipar eventos futuros, es absolutamente indispensable por dos razones, una para ahorrar tiempo y energía y dos para sobrevivir y actuar exitosamente en el entorno [1]

Además de conocer el futuro, es importante incidir en él. Si logramos construir el futuro de manera compartida, alcanzaremos niveles de trascendencia y desarrollo personal y social, superiores al promedio.Las herramientas de la prospectiva permiten tender un puente entre la visión del futuro y la realidad presente, para la construcción de escenarios compartidos.

Visión de futuro y construcción de futuros, son dos elementos fundamentales que posibilitan reducir las dependencias y ganar en autonomía. Quienes no piensan en el futuro, estarán sometidos a los que si lo construyen.

1.1. Qué es la prospectiva

En el ámbito teórico, se destacan Gaston Berger y Bertrand de Jouvenel como precursores de la prospectiva en Francia a mediados de los años sesenta. Gaston Berger, uno de los primeros inspiradores de la prospectiva en Francia, la define “de acuerdo a cuatro principios: Ver lejos, ver amplio, analizar en profundidad y aventurarse, a lo que añadía pensar en el hombre” [2]

Bertran de Jouvenel, plantea que existen dos formas de ver el futuro, la primera como una realidad única, propia por los oráculos, profetas y adivinos. La segunda forma de ver el futuro es como una realidad múltiple, estos son los futuros posibles que de Jouvenel denominó futuribles. [3]


De acuerdo al principio de la incertidumbre, formulado por el físico alemán Werner Heisemberg, en la previsión rigurosa de fenómenos futuros a partir de fenómenos actuales y pasados, no caben predicciones determinísticas, sino tan solo probabilísticas. [4] Para André Clément Decouflé, la prospectiva “es una manera de mirar al mismo tiempo a lo lejos y de lejos una determinada situación. A lo lejos, intentando conjeturar futuros y de lejos, teniendo en cuenta todos los retrocesos del tiempo” [5]

El desarrollo de la prospectiva proviene de vertientes teóricas y de vertientes prácticas y por tal motivo no puede considerarse que sean únicamente los estudios o únicamente las experiencias prácticas, las que la definen.

En el diseño de modelos pragmáticos en los Estados Unidos se han instrumentado aplicaciones en estrategia militar, la marina, la aviación, la NASA y en los grandes negocios. [6]

Uno de los ejercicios más importantes, de alternativas futuras ha sido la investigación auspiciada por el club de Roma, asociación compuesta por actores sociales del sector científico, empresarial y político, que publicó en marzo de 1972 el estudio “Los Límites del crecimiento” . El problema central que se planteó en el estudio es “el de la capacidad del planeta en que convivimos para hacer frente, más allá del año 2000 y bien entrado el siglo XXI, a las necesidades y modos de vida de una población siempre creciente, que utiliza a tasa acelerada los recursos naturales disponibles, causa daños con frecuencia irreparables al medio ambiente y pone en peligro el equilibrio ecológico global, todo ello en aras del crecimiento económico que suele identificarse con bienestar”[7]

Si bien es cierto se observan estas dos tendencias que señalan preferencias de uno u otro lado, al considerar una sola, se tiene una noción incompleta del proceso que se ha desencadenado en la estructuración del concepto de prospectiva.

Hay coincidencia en definir que el objeto de estudio de la prospectiva es el futuro, entendido como el “después”, en sucesión al “antes” y el “ahora”. El antes es el pasado, el ahora es el presente y el después, el futuro. Se trata entonces de visionar y construir la historia del futuro.

Definición

Con el propósito de contribuir a la formulación del concepto, en este documento planteo, que la prospectiva es un conjunto colectivo de pensamientos, intereses, sentimientos y sensaciones que proyectan, a partir de una metodología, una imagen estructurada para la construcción de un futuro compartido.

A continuación explico por separado cada uno de los elementos constitutivos de esta definición.

Es un conjunto colectivo porque se construye con la participación de diversos actores sociales.

Los actores sociales son los representantes de intereses particulares en la sociedad. Los principales grupos son el poder económico representado por los gremios agrupados sectorialmente o por productos. El poder político representado por las entidades del Estado, partidos y movimientos. El poder del conocimiento, representado por las entidades educativas y centros de investigación. Y el poder civil representado por las organizaciones sin ánimo de lucro, expresión de pobladores, trabajadores, etc.

Es posible que cada persona proyecte su futuro de manera individual, pero eso no garantiza que haya acuerdos con otras personas o se actúe en la búsqueda de los mismos propósitos. La prospectiva trasciende la individualidad en la búsqueda de la acción común.

La prospectiva tiene en cuenta el plano de la razón, que reúne los pensamientos. Y va mas allá, al priorizar razonamientos compartidos, construir guías e incluso crear nuevos conocimientos.

La prospectiva no tendría razón de ser, si no incorpora los sentimientos de quienes participan. De hecho, este un componente importante al moldear las imágenes del futuro. Si en las decisiones familiares de escogencia de un proyecto de estudio o de trabajo este aspecto es importante, con mas veras, lo es en las decisiones colectivas, donde participan diversos actores sociales.

La prospectiva también reproduce intereses materiales de quienes participan. Esto por cuanto que los acuerdos y las decisiones de actores disímiles nos se sustraen a los balances en términos de las ganancias o pérdidas sociales que los mismos pueden generar.

La prospectiva se hace más creativa al incorporar las sensaciones y percepciones de los colectivos sociales. La construcción de un futuro sin tener en cuenta este aspecto es vacía, carente de algo, que no puede faltar en la búsqueda del bienestar general.

La prospectiva también tiene su metodología, constituida por una caja instrumental de herramientas que orientan adecuadamente los procesos. Esta metodología es un medio que se coloca al servicio de los actores sociales para la construcción de futuro.

Un aspecto llamativo de la prospectiva es el diseño de imágenes estructuradas, entendidas estas como abstracciones con relaciones coherentes y dinámicas. Al comienzo las imágenes son vistas de manera nublada por los participantes, incluso por quienes coordinan los procesos, pero a medida que se avanza se van configurando de manera nítida e incluso con niveles muy altos de resolución.

Finalmente, en la definición de la prospectiva se incorpora la construcción de un futuro compartido. Este se logra al interrelacionar armónicamente los elementos mencionados anteriormente: Pensamientos, intereses, sentimientos, sensaciones, metodologías e imágenes estructuradas por colectivos sociales.

Por antonomasia, o por oposición, podemos decir entonces que no es la prospectiva.

No es un ejercicio individual, pues como se anotó la prospectiva se nutre con el aporte colectivo de quienes participan. En esta perspectiva, los aportes individuales adquieren validez en la medida en que van encontrando un consenso social que los legitima. Individualmente, se puede caer en el riesgo de la adivinación o la profetización.

No es solamente un ejercicio pragmático. Es más que eso. La prospectiva incorpora el conocimiento acumulado en forma de teorías y los da a conocer a los actores sociales de acuerdo a sus niveles de formación. No se trata inventar en los hechos, conocimientos ya elaborados, procesados y reproducidos en el devenir de la humanidad. Sino partir de ahí, para crear nuevos conocimientos.

No es un ejercicio exclusivamente racional. Si bien hay aportes teóricos muy bien fundamentados, que amplían la claridad de los pensamientos, la prospectiva está concebida también para la acción, pues ahí es donde se concreta el futuro. En este sentido la prospectiva no es contemplativa, influye en las decisiones y los acontecimientos.

No es entregar una imagen predeterminada. La prospectiva puede presentar imágenes de futuro, con propósitos ilustrativos y de apoyo, que en ningún momento sustituyen las decisiones de los actores construyen a partir de sus propios intereses y entorno. Las imágenes predeterminadas pueden crear rechazo al restringir la necesidad de participación y creación.

No es ciencia-ficción. La prospectiva no es producto de laboratorio que se concibe para el consumo de un conjunto de espectadores. Si bien, la ciencia-ficción aporta elementos visualizadores del futuro a las personas, esto no significa que sean aceptados por las mismas y estén dispuestas a impulsarlos para su cristalización en el futuro.

No es utopía. Al fundamentarse teóricamente y desarrollar acciones prácticas con participación de actores sociales, la prospectiva no plantea sistemas, planes o proyectos irrealizables.

No son quimeras. La prospectiva no propone a la imaginación aseveraciones sin fundamento, que aparezcan como verdaderas no siéndolo.

No es un ejercicio improvisado. Existe un conocimiento acumulado y metodológico muy importante que aporta valiosas herramientas y parámetros de juicio, dentro de criterios estrictos para la toma de decisiones serias y concretas.

La prospectiva esta ligada con el concepto del tiempo y particular con el futuro. No es posible concebir la prospectiva sin el futuro. Por tal motivo se verá enseguida el concepto del tiempo.


Actores Sociales y tendencias


1.2 La flecha del tiempo

El tiempo es algo muy grande y misterioso. ¿De donde venimos? ¿Para donde vamos? ¿Existe un antes y un después como afirmaba Aristóteles? ¿El ahora es único e irrepetible? ¿Hay acontecimientos que se repiten en forma de ciclos?

El tiempo es consustancial al ser. Las personas hacen su existencia en el tiempo. Entonces ¿qué es el futuro?.
El futuro puede estar en muchas partes y en ninguna. Todos tenemos cierto grado de certeza sobre el pasado, pero mucha incertidumbre acerca del futuro.Asi asimilamos las formas del tiempo a las formas de los elementos, podemos encontrar la siguiente analogía: El pasado es sólido inmodificable. El presente es líquido fluye continuamente y el futuro es gaseoso, incierto...

Stephen W. Hawking, considerado como el mayor físico después de Einstein, dedica un libro a la Historia del Tiempo, del cual es de particular interés para los propósitos de este texto, el capítulo 9, acerca de la flecha del tiempo. Hawking reseña cómo la teoría de la relatividad descubre que la velocidad de la luz es la misma para todo observador sin importar la velocidad con que se mueve el mismo, lo cual conduce al abandono de un tiempo absoluto único, pues cada persona tendría su propia medida del tiempo. “De este modo, el tiempo se convirtió en un concepto personal, relativo al observador que lo medía” [8]

En la física se distinguen dos clases de tiempo, el imaginario y el real. En el tiempo imaginario no existe ninguna diferencia entre las direcciones hacia adelante y hacia atrás, no distingue entre el pasado y el futuro. En el tiempo real, por el contrario, hay una diferencia muy grande: ¿Por qué recordamos el pasado y no el futuro? ¿De donde proviene esta diferencia?

Hawking, lo explica por la existencia de una flecha del tiempo, que señala una dirección del pasado hacia el futuro. Y agrega que hay por lo menos tres flechas del tiempo: “Primero la flecha termodinámica, que es la dirección del tiempo en que el desorden o la entropía aumenta. Se trata de una forma de la ley de Murphy: !¡Las cosas tienden a ir mal! Segundo, está la flecha sicológica, que es la dirección en que sentimos que pasa el tiempo, la dirección en que recordamos el pasado pero no el futuro. Y tercero, la flecha cosmológica, que es la dirección del tiempo en que el universo esta expandiéndose.”

En una persona, cuando la memoria interactúa para recordar, pasa de un estado desordenado a uno ordenado, gastando cierta cantidad de energía y la cantidad de desorden aumenta. La dirección del tiempo en la que recordamos el pasado es la misma en la que el desorden aumenta. “La flecha sicológica del tiempo, está determinada por tanto dentro de nuestro cerebro por la flecha termodinámica del tiempo” [9]

Los planteamientos anteriores ayudan a comprender porque vamos navegando en el caos, luchando constantemente contra el mismo, en la casa, en el trabajo, en el entorno, creando pequeños rincones de orden y por qué el pasado es para nosotros ordenado y el futuro caótico e incierto. Se dice que todo tiempo pasado fue mejor y que en el futuro, lo único seguro es la muerte. La prospectiva es entonces una forma de enfrentar el caos, la complejidad y lo incierto. En palabras de Michel Godet es “Reflexión para la acción y la antifatalidad” [10]


1.3 La prospectiva, mente y sueños

Para responder a la pregunta ¿en dónde está el futuro ? Debemos ubicarnos en la flecha sicológica del tiempo, la cual está en nosotros mismos, en nuestra psique, en nuestra mente. Nosotros mismos vamos labrando nuestro propio destino.

Si el futuro está en nuestra mente, se debe conocer por lo menos su funcionamiento básico. Se sabe que la mente actúa en el cerebro y que los dos son diferentes. La mente es invisible, es cerebro es visible. La mente es intangible, el cerebro es tangible. La mente tiene un desarrollo progresivo y cerebro un desarrollo regresivo. El cerebro tiene una ubicación espacio-temporal, la mente está en cualquier sitio, en cualquier momento.

Nuestro cerebro está compuesto en un 80% por agua y por células cerebrales, conocidas como neuronas que reciben, analizan, coordinan y transmiten información. Del cerebro sabemos que en su crecimiento estructural, durante el desarrollo fetal, miles de millones de células son formadas y la mitad de ellas mueren, quedando entre doce a catorce mil millones. “Muchas clases de neuronas del sistema nervioso están dotadas de tipos particulares de actividad eléctrica intrínseca que les confiere propiedades funcionales características. Esta actividad eléctrica se manifiesta como variaciones diminutas de Voltaje”[11]

Después del nacimiento miles de conexiones forman mapas físicos que gobiernan la audición, la visión, el lenguaje y en general todo el cuerpo. Entre los cuatro y diez años, nuevas cosas son aprendidas y después de esa edad, el cerebro aprende y recuerda durante toda la vida.

El cerebro, hasta donde se sabe, cumple dos funciones fundamentales: transmite impulsos de energía y almacena información. El cerebro absorbe cerca de la cuarta parte de la energía del cuerpo humano. De la mente, lo que se sabe es mas bien poco. Tiene muchos misterios insondables. La mente es quien ordena y programa (software) y el cerebro es la estructura física (hardware) [12] La mente usa el cerebro como un medio. El cerebro no analiza solo realiza lo que la mente ordena. Cada neurona realiza cargas y descargas de energía por segundo, denominadas ciclos.

Se han determinado cuatro niveles de frecuencias[13]que señalan niveles de la mente:Cuando la frecuencia de las oscilaciones es entre 14 a 50 ciclos por segundo, se denomina nivel Beta (b). Las oscilaciones entre 7 y 14 ciclos segundos, se denominan nivel Alfa (a).Las oscilaciones entre 4 y 7 ciclos segundos, se denominan nivel Zeta (z). Las oscilaciones lentas, entre 0.5 y 4 ciclos segundos, se denominan nivel Delta (d)

Cuando la mente se encuentra en el nivel Beta (b) capta las sensaciones y percepciones del mundo físico a través de los cinco sentidos y tiene conciencia externa del medio. En este nivel la mente activa el cuerpo en las coordenadas del espacio y el tiempo, en el mundo material. Al estar el cuerpo activo, la información que graban las neuronas es superficial y buena parte de la misma se olvida fácilmente.

Cuando la mente se encuentra en el nivel Alfa (a), el ser se interioriza: entra en la conciencia interna, con predominio del mundo espiritual. En este nivel el ser humano, piensa, medita, se concentra, reflexiona. Como lo estamos haciendo en este momento.En el nivel alfa utilizamos nuestros sentidos síquicos y no estamos limitados por las coordenadas del espacio y el tiempo. Podemos hacer volar la capacidad de imaginación. Podemos trasladarnos con la mente a cualquier lugar, traer recuerdos o crear imágenes del futuro, en instantes. En este estado se estimula la imaginación, que “no tiene horario ni fecha en el calendario”

Cuando la mente se encuentra en el nivel Zeta (z), se interioriza en el nivel inconsciente de las funciones de los diversos sistemas del cuerpo: Los sistemas circulatorio, respiratorio, digestivo, epidérmico. En este nivel puede influir en los procesos del organismo humano. Cuando la mente se encuentra en el nivel Delta (d), el ser entra en un estado profundo, en el que la mente se mantiene activa, pero no se sabe que actividades realiza.

Sueños

Hecho un breve recorrido por nuestra mente y nuestro cerebro, retomamos el tema del futuro. Hemos visto que nuestra mente permite remontarnos en el tiempo y en el espacio en muchas direcciones. Especialmente en el estado alfa, tiene la posibilidad de imaginar o soñar.

Ahora bien, ¿ qué son los sueños? Los sueños son representaciones de imágenes o sucesos mientras dormimos o estamos despiertos. En el pensamiento común, los sueños son proyectos, deseos o esperanzas, que carecen de realidad o fundamento, al no tener probabilidad de realizarse. Se dice que soñar no cuesta nada y que los sueños sueños son.

En el caso de la prospectiva, los sueños tienen otra connotación diferente a la cotidiana, pues son uno de los puntos de partida de la visión de futuro. La prospectiva supera este nivel y somete los sueños y las imágenes individuales a una serie de filtros que demarcan fronteras entre lo imposible y lo posible, lo irrealizable y lo realizable.

La historia reseña casos especiales de la importancia de los sueños en la construcción de futuro. A nivel individual, Leonardo Da Vinci, Julio Verne proyectaron imágenes de futuro que aún hoy sorprenden al mundo. A nivel colectivo, las ciudades egipcias, griegas, asiáticas o precolombinas, antes de existir estuvieron en las mentes de quienes las idearon. Primero fueron sueños intangibles y luego realidades concretas.

¿Qué es lo que hace que unos sueños sean realizables y otros no?. Que los sueños se realicen depende de la búsqueda y el hallazgo de los puentes que unen los sueños y la realidad tangible. Esto no es nada sencillo, pero tampoco imposible. Los medios adecuados se pueden hallar de manera individual o grupal. Pero lo más probable es que sea el fruto del esfuerzo colectivo. Ahí es donde la prospectiva aporta elementos muy valiosos, tanto en el ámbito teórico como metodológico.

1.4 Prospectiva, creatividad e innovación

Entendemos aquí la creatividad como la capacidad gradual de idear procesos o cosas nuevas realizables. Aclaramos que la creatividad no es un destello repentino o un “!Eureka!” iluminado, sino un proceso de acumulaciones progresivas.[14] Al decir de Einstein: “El genio es uno por ciento de imaginación y 99 % de transpiración”

La creatividad nace básicamente de cuatro fuentes:

De la necesidad de solucionar problemas. La necesidad es la madre, el incentivo fuerte para estimular a las personas. Grandes inventores como Bell, Ford, Edinson, han sido motivados por la búsqueda de soluciones a problemas que encontraron en su momento.

La curiosidad por conocer la naturaleza del mundo, es otra fuerza intrínseca de motivación. El deseo de saber mas acerca de la estructura y funcionamiento del entorno.

La exploración de lo desconocido, ha permitido encontrar nuevos caminos y nuevas soluciones y respuestas. Los rayos X fueron descubiertos a partir de escuchar atentamente los ruidos provenientes del espacio.

De la preocupación estética, en la ciencia, que ha llevado al hallazgo de nuevas formas de ver el mundo y las estructuras conceptuales. Un ejemplo de ello, es la tabla periódica de los elementos. O la preocupación de Einstein para superar las imperfecciones vistas en la física clásica.

Puesto que la prospectiva trata de encontrar nuevos caminos, no sobra tener en cuenta algunas ideas de qué hacer para ser creativos. [15] Algunas de ellas son:

Almacenar bastante información en el banco de la memoria. Acopiar muchas ideas. Reunir el material relevante para trabajar con él en el cerebro.

Anotar las nuevas ideas. No confiar en la memoria.

Dividir el problema en las partes constituyentes, unirlas de diversa forma, verlas desde diversos ángulos.

Concentrarse sin interrupciones. Atar cabos sueltos. Dejar que el subconsciente trabaje y anotar lo que él genere las soluciones.

Buscar diversas respuestas, muchas soluciones posibles. Escoger las mejores y desechar las malas

Aceptar y atender ambigüedades, cosas inesperadas y casuales. No sujetarse a reglas. Hacer las cosas de muchas maneras.

La construcción de futuros requiere de una buena dosis de creatividad y para el efecto la prospectiva cuenta con importantes elementos de carácter teórico y metodológico.

La creatividad y la prospectiva tienen en común:

El inconformismo con lo existente, querer algo mejor
La capacidad de la mente de trascender la realidad presente
El poder de descubrir nuevas relaciones entre las cosas
Facilidad para imaginar muchas hipótesis
Sensibilidad profunda
Audacia y riesgo para emprender nuevos caminos
1.5 Innovación y prospectiva
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La innovación no es solamente la designación de una nueva forma y de un nuevo movimiento del cambio tecnológico, es también un modo de gestión de la relación entre este cambio tecnológico y la sociedad.

La innovación es un aspecto clave en la competitividad, entendida como la capacidad para expandirse exitosamente, cualidad imprescindible para participar en un mundo en globalización. La prospectiva da lugar a nuevos proyectos viables, desarrollando estrategias con líderes abiertos al cambio, combinando el cambio tecnológico con lo social para lograr el desarrollo y permanencia en el largo plazo.

La prospectiva, con el esfuerzo sostenido de innovación de todos los actores de la economía puede generar:

Una sociedad u organización inteligente.
Una sociedad u organización con liderazgo compartido
Una sociedad u organización con estrategias lúcidas
Una sociedad u organización con proyectos viables

En este sentido la prospectiva puede dar lugar a procesos innovadores que posibilitan el desarrollo y permanencia de las empresas y entidades en el mediano y largo plazo.


1.6 Prospectiva y economía

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Steve Jobs: “La mejor manera de predecir el futuro es inventarlo”.
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La prospectiva y la ciencia económica van de la mano. Hay unas áreas en particular que tienen una mayor cercanía como son el diseño y aplicación de modelos a largo plazo que permiten ampliar el horizonte en la orientación y planeación de ideas y generalizaciones aplicables o adaptables a sucesos futuros. Tanto la prospectiva como los modelos económicos se basan en supuestos que se utilizan para visualizar y planear el futuro.

Otro campo de la economía asociado a la prospectiva es la planeación, que diseña e instrumenta políticas, estrategias, programas y proyectos para construir escenarios futuros ideales. Se formulan posibilidades de intervenir en la realidad, partiendo de la observación de principios, variables económicas y leyes.

1.7 El pensamiento global y la acción local

La prospectiva aporta elementos conceptuales y teóricos para una mejor comprensión del mundo y sus tendencias más relevantes. Esto permite ampliar el horizonte del pensamiento para actuar individual o colectivamente. En el ámbito de las actuaciones, posibilita establecer de manera realista qué cosas son ejecutables o no, en horizontes de corto y largo plazo.

Algunas semejanzas de la prospectiva con la planeación estratégica son:

Priorizan los elementos relevantes
Planean para la toma de decisiones
Buscan resultados concretos

Las diferencias más significativas son:

Prospectiva ...............................Planeación estratégica

Marco teórico global .................Marco teórico específico
Incorpora mega tendencias.........Incorpora micro tendencias
Proyecta a largo plazo............... Proyecta a mediano plazo
Metodología interdisciplinaria..... Metodología administrativa
Va de lo general a lo particular.... Va de lo particular a lo general
Es deductiva.............................. Es inductiva


2. ASPECTOS TEORICOS DE LA PROSPECTIVA

“El centro está constituido por nuestras convicciones
básicas, ideas que trascienden el mundo de los hechos y
no pueden ser comprobadas o rechazadas por un método
científico” Shumacher

2.1 El significado de la teoría

La raíz de la palabra teoría significa ver y hay muchos modos de ver, como lo demuestra uno de los más grandes físicos, Einstein, al comenzar su libro sobre la teoría general de la relatividad.

Los desarrollos epistemológicos de las últimas décadas han demostrado que la ciencia y el pensamiento científico están permeados de juicios de valor. No existen una ciencia y un conocimiento neutral. Hay grupos, con intereses materiales o espirituales que direccionan los procesos.

En palabras de los esposos Tofler, “ No todo este nuevo conocimiento es objetivo o incluso explícito. Una gran parte del conocimiento es tácito, compuesto por una acumulación de supuestos, de modelos fragmentarios y de analogías inadvertidas y no solo incluye datos de información lógicos y aparentemente objetivos, sino valores, productos subjetivos de la pasión, para no mencionar la imaginación y la intuición” [16] “La explicación del auge de la economía súper simbólica radica en la gigantesca convulsión de la base de conocimientos social y no en la revolución informática o en manipulación financiera”.

Se tiene entonces que en la ciencia el objeto de estudio no es independiente de sujeto que lo estudia. En palabras de Morin, “El campo real del conocimiento no es el objeto puro sino el objeto visto, percibido y coproducido por nosotros. El objeto del conocimiento no es el mundo, sino la comunidad nosotros-mundo, porque nuestro mundo forma parte de nuestra visión del mundo.” En la historia humana debemos concebir una nueva visión, una visión sobre nuestra visión. [17]

Los esposos Naisbitt afirman que “ Todos los países tendrán que destinar más recursos para los valores y la ética en el pénsum...es imposible el conocimiento sin valores. El resurgimiento de la ética se debe a que la gente comprende que el mundo no es religioso ni ateo, hay un terreno intermedio para los valores” [18]

También se ha evidenciado que un buen margen de innovaciones no proviene de los miembros de la misma área del conocimiento, sino de irrupciones visionarias de científicos de otras disciplinas.

2.2 Prospectiva y ciencia económica
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En medio de las grandes transformaciones sociales y económicas ocurridas en el siglo anterior y en particular en el último decenio, vale la pena hacer algunas reflexiones sobre el desarrollo de la teoría económica. Los fundamentos que hemos aprendido y divulgado a todo lo largo y ancho del planeta, están muy vinculados a los avances de la ciencia en el siglo XVIII y XIX. Ahora que comenzamos un nuevo milenio, no sobra preguntarse que aportes ha incorporado la economía de los principales avances de las ciencias del siglo XX.

Los principales exponentes de la ciencia económica, retomaron innovadoramente la teoría física del equilibrio de Newton en la definición de los modelos microeconómicos y macroeconómicos, la teoría evolucionista de Darwin en la conceptualización de la teoría del desarrollo y el crecimiento económico, los modelos matemáticos a partir de leibnitz y Descartes, la teoría sicológica del subconsciente individual en los modelos de mercado, el concepto antropocentrista del hombre como creador de riqueza.

Las anteriores fueron algunas de las principales bases sobre las cuales se construyó el edificio de la teoría económica que se ha difundido por el mundo. Sin embargo, hay que reconocerlo, muy pocas personas lo saben y menos, conocen los debates que se dieron alrededor de estos temas y las implicaciones teóricas y prácticas de los mismos.

Hoy en dia, personas pragmáticas de prestante nivel, reconocen la importancia del conocimiento y la teoría como factor clave en la creación de riqueza. Sin embargo, los acontecimientos se han dado con tal velocidad que no ha permitido una visualización teórica coherente y global.

Surgen nuevas preguntas en los inicios del nuevo siglo: ¿Qué pasa con el edificio de la empresa si la base sobre la que se levantó se modifica? ¿Qué pasa con los modelos macro y microeconómicos, si además de las leyes de la mecánica de Newton entran las leyes físicas de la termodinámica? ¿Qué pasa con el crecimiento y el desarrollo económico, si a los conceptos de Darwin, hay que agregarle los de la teoría biológica de la morfogénesis? ¿Que pasa si al cálculo diferencial y los modelos estadísticos y econométricos, hay que introducirles consideraciones sobre la matemática cualitativa? ¿Qué pasa si en la conceptualización de los mercados se incorpora la teoría del inconsciente colectivo? ¿Qué pasa si la visión antropocentrista la cotejamos con la visión ecológica de los recursos? Es posible que el edificio comience a moverse, ¿no?

Pues parece que eso es lo que ha ocurrido y no solo en la disciplina económica sino en muchas disciplinas. Ahora, las implicaciones en la vida práctica son muy poderosas. De manera que hay una tarea muy importante para el siglo XXI y es la de iniciar los diálogos de la economía con las otras ciencias para que al verse reflejada frente a otros espejos, reflexione sobre su propia imagen y se haga preguntas, a lo cual invito a todos los lectores.

Es una manera creativa de superar la tradicional concepción sobre la crisis y el calificativo pesimista que se observa en algunos diagnósticos que no superaron los paradigmas del siglo XIX.

2.3 Ciencia y prospectiva
Con relación a la prospectiva, Fred Polak arguye que el principal dinamismo de la historia ha sido aportado por las imágenes de futuro. Sugiere que nuestra incapacidad de crear nuevas imágenes pueden desembocar en lo que él llama “tiempo sin tiempo”, una situación uniforme en la que las innovaciones se aplican a los medios y no a los fines.

Harvey Cox en su libro “Las fiestas de locos” [19], argumenta que “el poder que la imaginación tiene para producir cambios e innovaciones queda cercenado al menos en tres formas distintas: Una consiste en posponer la visión a una época mas allá del tiempo y de la historia. Nos limitamos a esperar que la paciencia se convierta en virtud principal. Otra manera de destruir el poder catalizador de la visión social consiste en reducirla a dimensiones más realistas y factibles. Nos conformamos con algo más limitado porque otra cosa sería utopismo, la tensión desaparece. La tercera forma consiste en espiritualizar o individualizar las esperanzas hasta el punto en que se vuelven triviales o, al menos sin consecuencias sociales. La inmortalidad de mi alma encuentra el puesto en un nuevo cielo y una nueva tierra”

Para trascender la reflexión y las prácticas cotidianas partimos entonces de la prospectiva. La prospectiva es la identificación y la construcción de futuros compartidos, frente a la fatalidad. Se busca ver amplio, ver a lo lejos y ver en profundidad una realidad múltiple. Las bases conceptuales de la prospectiva provienen de diversas fuentes teóricas: el funcionalismo y el estructuralismo que a su vez, bebe y retroalimenta la lingüística, el organicismo, la antropología estructural y la sicología genética.[20]

La prospectiva se nutre también de experiencias plasmadas en libros de autores que visualizan mega tendencias de evolución en la economía, la sociedad, la técnica y la cultura, tales como los esposos Tofler, los esposos Naisbbit, Italo Calvino y Lester Thurow.

Otra vertiente conceptual de la prospectiva proviene de los modelos futuristas desarrollados a partir de técnicas econométricas, entre los que se destacan el Club de Roma, el modelo Sarum, escenario Interfutures y escenario FAST, como los más importantes.

Con la teoría de la prospectiva, se exploran las ciencias relacionadas para crear una visión de futuro, incorporando el tiempo de un porvenir no determinado, en el enriquecimiento del proceso empresarial. En palabras de Ilya Prigogine, “ El hecho de que llegamos a un mundo que está abierto, donde el pasado está presente y se añade al presente, donde el presente está ahí pero el futuro no lo está, es una respuesta a la pregunta de la significación del aprendizaje y el valor moral de la ciencia. Cuando se habla de ‘aprender’, no se habla ya de aprender lo que ha sido el pasado. Se entiende por eso también descubrir el futuro”

Se busca tender un puente entre la teoría y la práctica, entre el presente y el futuro, que articula aspectos no imaginados e incorpora a los análisis la construcción de una visión compartida de valores con una imagen-guía o Leitbild.

2.4 Las leyes de la termodinámica y la Prospectiva

Las leyes de la termodinámica se relacionan con la energía y la materia que se utilizan en los procesos productivos de las economías y empresas.La primera ley de la termodinámica plantea que todo trabajo utiliza materia o energía. No se puede obtener trabajo sin estos elementos.La segunda ley de la termodinámica sostiene que en todo trabajo se desperdicia materia y energía, los cuales no se utilizan. La tercera ley de la termodinámica enuncia que ningún sistema real o sustancia está completamente purificado de materia o energía no utilizable.

De las anteriores leyes, la más importante es la segunda ley también conocida como la ley de la entropía, sobre la cual reflexionó Sadi Carnot [21] analizando la potencia de las maquinas y la pérdida de energía aprovechable cuando el calor es trasmitido de un cuerpo a otro, a más baja temperatura. Otro tanto ocurre con la materia. Un ejemplo sencillo, es el desgaste de nuestro vestuario. Lo mismo podemos decir de las llantas de los vehículos. Es un material que utilizado resulta muy difícil recomponer. Y el proceso de deterioro o entropía es aún más rápido en el caso de las tractomulas o las competencias de los veloces autos de fórmula 1.

La ley de la entropía, tiene implicaciones prácticas claves para la comprensión del presente y el futuro. Durante mucho tiempo estuvo relegada y solo fue en décadas recientes que se ha retomado su análisis ante acontecimientos mundiales de gran importancia. Dentro de los mismos reseñamos, en primer lugar, los conflictos que se presentaron a comienzos de los años 70 con los árabes, en los años 80 con el Ayatolá Komeini y en los 90 con Sadain Hussein. Todos estos conflictos tuvieron un común denominador: El petróleo.

El petróleo suministra materiales para la industria y la energía que mueven las dos terceras partes del sistema de transporte planetario. Sin embargo es un recurso que tiene dos limitaciones: Una que es un recurso escaso y dos que es un recurso no renovable. Es decir está sujeto muy directamente a la ley de la entropía. Las reservas de petróleo no son eternas y su duración aproximada al actual ritmo de extracción es hasta el año 2.030. Es decir que esta forma de energía no se conserva ni se transforma, se degrada.

La implicación práctica en el siglo XXI, es que las empresas y los procesos técnicos y económicos que se fundamentan en este recurso entrópico no serán sostenibles en el largo plazo. No tendrán futuro. De ahí que las economías del siglo XXI deban buscar nuevos caminos hacia un desarrollo sostenible.

La segunda ley de la termodinámica, planteada por Rudolf Clausius como la ley de la “entropía” permite hoy en día señalar una distinción entre recursos renovables y no renovables. [22] Estos últimos están sujetos a una acción directa de la entropía, algún día se acabaran y no podrán ser restituidos. Estos son el petróleo, el carbón, el gas y en general los derivados de la fosilización de los animales y las plantas.

De otra parte, están los recursos y las energías renovables que están sujetos a una repetición de su ciclo, por lo menos mientras dure la energía solar que es la que los alimenta. Estos recursos son las plantas, los cultivos, los árboles, el agua, el aire y en general los que conforman la naturaleza viva del planeta. La acción de la entropía es menor sobre estos recursos y las empresas y economías que sostengan su desarrollo en los mismos tendrán más larga duración.

En una visión prospectiva países con abundancia de recursos naturales, tendrían buenos niveles de desarrollo, si sus actores sociales saben aprovechar estas potencialidades de manera compartida. La prospectiva constituye una herramienta importante para transformar las ventajas comparativas en ventajas competitivas, utilizando tecnologías menos entrópicas.

La comprensión adecuada de la termodinámica en la prospectiva, permite vislumbrar qué recursos no tienen futuro y cuales si tienen futuro. Las economías deberán buscar nuevos caminos para lograr un desarrollo mas sostenible con los recursos y energías renovables, que permitan un futuro prospero.

2.5 La teoría de la relatividad y la Prospectiva
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En el inicio del libro sobre la teoría de la relatividad, Albert Einstein presenta la forma como observa un acontecimiento una persona. En el ejemplo, considera la caída de una piedra desde la ventana de un tren en movimiento. Este fenómeno es observado de manera distinta dependiendo de donde se ubique el observador: Si la persona está dentro del tren, ve caer la piedra en forma rectilínea, pero si está fuera del tren la ve caer describiendo una parábola. La pregunta que surge es, ¿quién tiene la verdad?

Y la respuesta es que las dos personas tienen la verdad, pues dependiendo de su ubicación en el tiempo y en el espacio, el mismo acontecimiento puede ser visto de manera diferente. En palabras de Einstein: “Un sistema tiene contenido de verdad, según sea la certeza y la completitud de su posibilidad de coordinación con respecto a la totalidad de la experiencia” [23]

Puesto que los mismos acontecimientos pueden ser vistos de manera diferentes, se desprende que no existe una verdad absoluta, sino verdades relativas dependiendo del sistema de coordenadas en que se ubique la persona. Las implicaciones de esta afirmación de la relatividad para la prospectiva son varias. Ya hemos visto que la prospectiva es VER y que según la relatividad hay varias maneras de ver. Esta es una contradicción que la prospectiva ha superado y la ha convertido en una potencialidad.

Teniendo en cuenta que las personas individuales, ven, piensan y sienten de manera diferente, la prospectiva ha resuelto adecuadamente la problemática en tres aspectos:

En primer lugar, integrando teorías, articulándolas en la búsqueda de una visión de conjunto, una visión panóptica. En segundo lugar, integrando experiencias de las personas, generando efectos de retroalimentación positiva o de sinergia. En tercer lugar, integrando intereses de grupos hacia la consecución de objetivos comunes.

Tenemos entonces que en lo relativo a las teorías, se ha desarrollado una línea de pensamiento denominada prospectiva cognoscitiva. En cuanto a las experiencias y los intereses la línea de investigación es la prospectiva decisional.

2.6 Prospectiva y caos

Con el mapa teórico de la prospectiva, se busca desbordar los paradigmas tradicionales, articulando los avances de diversas áreas del conocimiento. Es así como incorporo la aparición de otra corriente teórica contemporánea, denominada la caología

La caología no debe entenderse como la apología del desorden, sino como la construcción de representaciones de éste. [24] La ciencia del Caos ha sido el acumulado reflexivo acerca de los procesos cognitivos, los valores de los científicos y sus experiencias en procesos alternantes de ordenes y desordenes continuos.

Retrocediendo brevemente en la flecha del tiempo, el origen del concepto del caos se ubica en la mitología en todas las culturas. Desde la perspectiva filosófica, el pensamiento presocrático abordó el tema, perdiendo terreno más adelante frente a la filosofía Aristotélica que se impuso en la cultura occidental. La edad media se caracteriza por la concepción de un orden divino inmutable. La modernidad, revolucionó este orden de cosas existente y lo reemplazó por el orden de la razón de Kant y Descartes. Tomó fuerza así el racionalismo. Hace dos décadas aparece una ruptura, cuando surgen reflexiones coherentes de diversos campos científicos frente las turbulencias, irregularidades y fenómenos imprevisibles

Algunos consideran la teoría del caos, como una de las principales invenciones que está revolucionado todo el orden de cosas. Para la caología nada es simple como aparece. Lo aleatorio, lo imprevisible, debe ser comprendido en el movimiento del binomio orden-desorden. Las últimas décadas lo confirman: la ciencia pierde armonía, las sociedades ya no son lo que eran, demasiado orden (fascismo, estatismo, autoritarismo) crea desorden. Hay atractores extraños, sunamis, que jalonan hacia el caos, los sucesos se salen de cauce, hay pérdida de valores, se hace difícil controlar los acontecimientos.

Y en la otra cara del movimiento, van surgiendo pequeñas experiencias constructivas, fractales que se multiplican dando lugar a nuevos ordenes que se extienden. Solitones, que en un mar de confusión avanzan sin destruirse y se van ampliando articulándose a su entorno de maneras extrañas. Futuros no lineales que se entrelazan en direcciones creativas, enganche de fases en el caos hirviente, núcleos que van escalando en las jerarquías.

La ciencia hoy en día no puede prescindir de sus dos caras. Al decir de Morin, “Resulta necesario insistir aquí en la miseria del orden solo, como en la miseria del desorden solo. Un universo estrictamente determinista, que no fuera sino orden, sería un universo sin devenir, sin innovación, sin creación. Pero un universo que no fuera sino desorden no llegaría a constituir organización, por lo que sería inepto para la conservación de lo nuevo, y por ello mismo para la evolución y para el desarrollo. [25]

Tal como se vió en la sección de la termodinámica, todos los sistemas físicos están sujetos a la entropia, es decir a la desorganización. Lo mismo ocurre con todos los demás sistemas, biológicos, sociales, económicos, etc. En el caso de los sistemas económicos, están constantemente al acecho fenómenos que inciden de manera rápida pero potente, como las catástrofes, los terremotos, los accidentes, las enfermedades, los craks de las bolsas de valores.

El profesor de economía Richard Day, ha demostrado que muchas ecuaciones importantes de economía, sometidas a interacciones conducen al caos y que los ciclos económicos son inherentemente caóticos. [26] A nivel microeconómico, los productos están sujetos a ciclos de crecimiento, madurez y declive. En las empresas sucede los mismo. Otro tanto ocurre con los países y las economías.

Proponemos con David Bohm, que la ciencia del futuro se aproxime más al arte: “Los científicos en vez de desechar las teorías científicas alternativas a favor de una teoría ·aceptada·, deben perseguir la posibilidad de que la verdad científica como la verdad artística, dependa de incesantes matices”. [27]

Incluso nosotros mismos estamos sujetos a la ley de la entropía, luchamos contra ellla todos los días. Pero finalmente algún ella ganará y dejaremos de existir. “Nadie es eterno en el mundo”. Mientras tanto disfrutemos de la vida que es un don muy precioso.

sábado, 22 de septiembre de 2012

PROSPECTIVA


El módulo de prospectiva, presenta esta técnica de planeación como una herramienta de la administración bajo un parámetro diferente al de la planeación estratégica.
Esta es la razón, por lo que se define se especifica, y se explica, como la prospectiva puede beneficiar la planeación sin importar el tipo de empresa.

1. QUE ES PROSPECTIVA?
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2. CUALES SON LAS VARIABLES DE PROSPECTIVA?

3. COMO NACIO LA PROSPECTIVA?

4. CUALES SON LAS HERRAMIENTAS DE PROSPECTIVA?

5. QUE NOS PERMITEN LAS HERRAMIENTAS DE LA PROSPECTIVA?

6. QUE ES EL TRIANGULO GRIEGO?

7. QUE SEMEJANZAS HAY ENTRE PROSPECTIVA Y PLANEACION ESTRATEGICA?
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8. DEFINA PLANIFICACIÓN PROSPECTIVA

9. CUALES SON LAS FORMAS DE CONSEGUIR LA PLANIFICACIÓN?

10. CUÁLES SON LAS ACTITUDES FRENTE AL FUTURO?

11. ¿QUÉ ES EL PROCESO DE PLANIFICACION?

12. ¿CUALES SON LAS DIFERENTES FORMAS DE CONCEBIR LA PLANIFICACION?

13. ¿PORQUE ETAPAS PASA LA PLANIFICACION?

14. ¿CÓMO DEFINE LA RACIONALIDAD?

15. ¿CÓMO SE PUEDE CLASIFICAR EL OBJETO DE ANÁLISIS?

16. TIPOS DE ELECCIÓN RACIONAL

GRUPOS, TEMAS Y FECHAS DE EXPOSICIONES:

GANTIVA MOLINA KAREN YISEL
Y CAICEDO GUTIERREZ ANDREA MILENA
TEMA EXPOSICION:
EL CONCEPTO ESTRATEGICO
LOS AMBIENTES
AMBIENTE INTERNO
FECHA: 26 DE SEPTIEMBRE.

NIÑO ARENAS RENZO VLADIMIR
TORRES MONQUI
TEMA DE EXPOSICION:
 ONSTRUCCION DE MATRICES
PONDERACIONES
FECHA:  3 DE OCTUBRE

PROSPECTIVA ESTRATÉGICA
Concepto

A lo largo de todos los tiempos, y mucho más en las últimas décadas, nos hemos hecho una pregunta: ¿por qué investigar el futuro? Posiblemente, muchas personas la responderán, de una forma u otra. Desde posturas deterministas (nada puedo yo cambiar en el futuro), pasando por las “fatalistas” (todo está escrito), para llegar a las incrédulas (es imposible conocerlo) un punto común presentan estas respuestas con la fuerza de una constante: no vale el esfuerzo de intentarlo.

Nuestra postura es diametralmente opuesta, y está probada científicamente. Trataremos de expresarla en pocas palabras. En realidad, siempre construimos el futuro. Todos nosotros, para nosotros y para terceros. Si hacemos muy bien las cosas que debemos hacer, estaremos construyendo nuestro “mejor futuro”; si las hacemos regular o mal, una vez más estaremos construyendo nuestro futuro, pero seguramente no tan bueno como el anterior; y si no hacemos nada, también estaremos construyendo nuestro futuro, esta vez por inacción, lo que equivale a decir que “otros construyeron mi futuro, porque yo no lo hice”.

Por tanto, la investigación acerca del futuro para poder lograr la construcción de “nuestro” futuro es una obligación, un deber y una demanda de las generaciones siguientes. De alguna manera, es un capítulo de la RESPONSABILIDAD SOCIAL de todos y cada uno de nosotros, para nosotros y para quienes nos seguirán.

La Prospectiva es la disciplina que ha conseguido convertirse en la herramienta clave de esa construcción del futuro deseado y posible, y en particular, sus últimos desarrollos que arriban a la llamada Prospectiva Estratégica constituyen el basamento fundamental del liderazgo y del management modernos.

¿Qué es Prospectiva?

Hugues. de Jouvenel afirma que la Prospectiva se apoya en tres postulados: el primero, el postulado de la libertad, el segundo, el del poder y el tercero el postulado de la decisión.

Eduardo Rivera Porto comenta, sobre estos postulados, que la libertad es la convicción que se tiene de que el futuro no está determinado, sino que al contrario permanece abierto a una pluralidad de futuros posibles. En otras palabras, el futuro no es algo ya hecho, y que no puede ser el objeto de conocimiento sensible ni de profecías exactas. Aparece el concepto de “opciones múltiples”, entendido como la posibilidad de configuración, a futuro, de un escenario de entre un conjunto de futuros posibles.

Al aceptar que el futuro es el dominio de la libertad, comprendemos que es al mismo tiempo el dominio de la potencialidad entendida como base del poder. No es el futuro un dominio de la fatalidad. Aquí irrumpe la necesidad humana de intervenir en la marcha de la historia, de administrar su progreso en lugar de dejarlo al oscuro juego de las fuerzas de "la naturaleza" que las arreglaría a través de reglas o equilibrios fundamentales.

Por último, la decisión es la posibilidad de seleccionar -con la libertad del primer postulado y con el poder o la factibilidad de su ejercicio (segundo postulado)- cómo intervenir frente al futuro que es formulado como hipótesis de evolución del pasado y de sus tendencias "cargadas de pasado", se tiene la posibilidad de seleccionar, de tomar una opción y no otras para modelar el futuro que más convenga. Aquí la libertad se vuelve necesidad, y dicha necesidad deviene en acción.

Decouflé, en su libro "La Sociología de la Previsión", comenta que “hablar de futuro” puede tomar seis formas del discurso teórico-práctico. Las resumimos en una tabla:
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Discurso teórico-prácticoDesignación aceptada
Adivinar Adivinación
PredecirProfecía
AnticiparFuturología
Explorar con memoriaProspectiva
ImaginarCiencia-Ficción
SoñarUtopía



El profesor Barel argumenta que la prospectiva tiene dos enfoques complementarios. Por un lado el Cognitivo o Exploratorio y por otro lado el Normativo o Decisional. En el primero, la prospectiva es un instrumento que confiere opciones, información y da un horizonte al planeamiento. En el otro es la reflexión para la comparación de futuros, la evaluación, la previsión, el seguimiento de los cambios, el diseño del futuro deseado y a la vez, da un marco sumamente adecuado para la toma de decisiones.

Michel Godet ha acuñado fuertes conceptos que entrelazan a la prospectiva, la estrategia y el planeamiento estratégico. Veamos algunos de ellos:
  • La anticipación no tiene mayor sentido si no es que sirve para esclarecer la acción. Esa es la razón por la cual la prospectiva y la estrategia son generalmente indisociables.
  • Los conceptos de prospectiva, estrategia y planificación están en la práctica íntimamente ligados, cada uno de ellos conlleva el otro y se entremezclan; de hecho, hablamos de planificación estratégica, de gestión y de prospectiva estratégica.
  • Esta es, sin duda, la razón por la cual se difunde la expresión de prospectiva estratégica desde finales de los años ochenta.
¿Cómo podríamos pensar en actuar como un estratega sin "mirar a lo lejos, a lo ancho, a lo profundo; tomar riesgos, pensar en el hombre" tal como lo hace la prospectiva y así lo comenta Gaston Berger? (1964). ¡Por supuesto que sería imposible!. Y, en sentido inverso, para Gastón Berger "contemplando el futuro se transforma el presente"; de este modo la anticipación invita a la acción. Para nosotros, el asunto es evidente, la prospectiva resulta muy a menudo estratégica. En caso de no serlo por los avances que provoca, sí por la intención que lleva. Y la estrategia se vuelve necesariamente prospectiva si desea iluminar las opciones que comprometen el futuro.

Frente al futuro (también en un interesante resumen de Godet), los hombres tenemos la elección de adoptar cuatro actitudes:
  • El avestruz pasivo que sufre el cambio,
  • El bombero reactivo que se ocupa en combatir el fuego, una vez éste se ha declarado,
  • El asegurador pre-activo que se prepara para los cambios previsibles pues sabe que la reparación sale más cara que la prevención,
  • El conspirador pro-activo que trata de provocar los cambios deseados.
Obviamente, la prospectiva aporta un camino organizado, metodológico, progresivo para adoptar las dos últimas actitudes, en particular, la proactiva. Por último, en esta apretada e incompleta síntesis, recordemos que Bertrand de Jouvenel nominó a la prospectiva como “el arte de la conjetura”. Sobre esta visión, trabajaremos con un juego de interrogantes.
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Interrogantes hay. ¿Qué respuestas tendrán?

Hoy, los interrogantes se multiplican, azotan a las organizaciones y a sus líderes, y muchas veces colocan a dichas estructuras en situaciones de desconcierto, desazón, parálisis e inacción, o las inducen a tomar caminos equivocados.

A esta crucial dinámica que conocemos desde hace largo tiempo, se agregan hoy procesos propios de este estado de “modernización” que suman al complejo escenario mayor dinamismo, mayores desafíos, más incertidumbre, pero simultáneamente, más oportunidades.

¿Es correcto, entonces, decir que los escenarios de las organizaciones públicas y privadas modernas son más difíciles o peores que los de otras épocas? Nuestra opinión es, claramente, NO. Al contrario, al final del túnel parecen ser más sencillos, más “manejables”, más flexibles.

Eso sí, son indudablemente distintos, y también, más riesgosos. Y allí está la clave de este asunto.

En otras palabras, no podemos ni debemos (como dicen los estrategas clásicos) prepararnos para la guerra que ya se libró, sino para la batalla del porvenir. En esencia, se trata de entender los nuevos paradigmas, utilizar otras herramientas, y más que intentar ver, lograr “prever”, para luego “actuar”. No parece necesario pensar más ni mejor. Simplemente, se trata de “pensar distinto”. La prospectiva nos allana el camino.

Si aceptamos que el futuro es incertidumbre, debemos comprender que dicho futuro plantea, permanentemente, muchos interrogantes a una empresa u organización. Negarlos, es ignorar los desafíos y oportunidades que el futuro nos plantea. Negar nuestra propia acción en pos de los objetivos buscados, es ceder la libertad de acción, y en términos prospectivos, “permitir que otros construyan nuestro futuro”. Equivocar el planteo, o el análisis, o la búsqueda de soluciones a esos interrogantes es, como mínimo, errar el camino y perdernos en el bosque de las dudas y los errores.

Pero ¿cuáles son esos interrogantes, desde una visión estratégica? Mencionaremos algunos que, por constituir experiencias repetidas y compartidas, se acuñan como los motivadores básicos del pensamiento estratégico de las empresas y organizaciones modernas, incluidos países.

¿Cuánto futuro tiene en el futuro esta empresa u organización, aún exitosa, si se mantiene actuando de la misma manera?
¿Cuán buena será mañana, una buena estrategia de ayer o de hoy?
Frente al primer interrogante, puede que surjan, casi espontáneamente, dos respuestas: mucho (o total), y ninguno. Sin embargo, ambas respuestas son incorrectas. La verdadera respuesta es “no sé”. Solo después de hacer un elaborado estudio prospectivo, podré ver, en cada caso concreto y particular, si esa organización, haciendo lo mismo que hizo hasta hoy, tiene o no futuro, y si tiene, cuánto y de qué tipo.

De la misma manera, la respuesta al segundo interrogante es también “no sé”. Debemos analizar distintas opciones de futuro, para evaluar la estrategia actual de la organización, y sobre todo, su grado de “supervivencia”.

Otra “familia” de interrogantes, ya más cercanos a las necesidades propias del pensamiento estratégico, aparece inexorablemente. Se trata de encontrar “los jalones” que marquen el camino, en medio de la niebla. Los interrogantes a los que nos referimos son, por ejemplo:
  • ¿Qué debo hacer?
  • ¿Qué NO debo hacer?
  • ¿Qué debo intentar lograr que cambie?
  • ¿Qué debo tratar de impedir que cambie?
Como podrá observarse, estos últimos ya se dirigen a “orientar la acción”, para lo cual es imprescindible el desarrollo de estrategias claras, flexibles, innovadoras, creativas, y sobre todo dirigidas a “construir nuestro futuro”. En otra palabras, un desarrollo profundo de prospectiva estratégica.

Por Eduardo Raúl Balbi
 

miércoles, 30 de mayo de 2012

Planeación Prospectiva y Estratégica

Introducción


En tanto se acepte que el futuro no está predeterminado, al menos no del todo, se pueden crear, develar, descubrir, diseñar y hasta construir futuros más convenientes, más factibles y más deseables. Para ello, el instrumento estratégico más pertinente es la planeación prospectiva.


Su misión es la elicitación de futuros, su evaluación y su jerarquización y selección, siendo para ello una de sus instancias más importantes la anticipación de futuros diversos: posibles, probables, lógicos, deseables, temidos, futuribles, etcétera.


La prospectiva se sostiene en tres estrategias esenciales :  la visión de largo plazo, su cobertura holística y el consensuamiento.  Estas se conjugan armónicamente para ofrecer escenarios alternativos (“¿hacia dónde ir?”), su evaluación estratégica (“¿por dónde conviene ir?”) y su planeación táctica (“¿cómo?”, “¿cuándo?”, “¿con qué? y “¿con quién?”).



Antecedentes

Pudieran citarse como antecedente histórico de los estudios prospectivos las profecías y los profetas: su propósito era advertir a la población, directamente o a través de sus líderes, sobre futuros sucesos de impacto mayor.  A diferencia de los adivinos, cuyos augurios eran dirigidos a individuos, las profecías se referían a amplios sectores sociales. Los profetas pretendían lograr que los líderes sociales emprendieran acciones para que los sucesos previstos, o sus consecuencias, efectivamente sucedieran, o que no sucedieran, o que al menos fueran paliados.  Ello da cuenta de que había una clara conciencia de que el porvenir podía ser transformado, de que se trataba realmente de “futuros” posibles, más que de “un futuro irremediable, ineludible”. Así, siempre fue claro que el hombre se creía capaz de alterar su destino.


Sin embargo, el estudio contemporáneo de la prospectiva en realidad emerge durante la Segunda Guerra Mundial, cuando otros trabajos más pragmáticos y operativos impusieron la necesidad de no sólo conocer las tácticas del enemigo, sino también sus posibles intenciones y desarrollos futuros. Los estudios prospectivos surgieron con el objetivo de resolver dudas sobre “¿qué pretende alcanzar el enemigo con lo que hace ahora?”, “¿cómo anticiparse en consecuencia?”, etcétera.

Entre otros actores de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos de América impulsaron la investigación del futuro a través del denominado Consejo de Guerra (War Council), órgano interno del Gobierno Federal que nucleó una interesante combinación de académicos y emprendedores pragmáticos. Heredera de aquellos abatares y experiencias, hoy, en tiempos de paz, la sociedad civil norteamericana logró adecuar sus aprendizajes en la materia y gestó la World Future Society como foro para estudiar el devenir de grandes problemas de interés común para la sociedad mundial.

Mientras tanto, en Europa, la prospectiva surgió de los trabajos académicos del investigador francés Gaston Berger y de la labor política de corte internacionalista del Barón Huges de Jouvenel, creador de la Fundación Futuribles.  Esta institución imbrica la visión analítica del investigador y del intelectual que estudia los escenarios del futuro, con la visión creativa y política de los estrategas, de los gerentes, de los funcionarios y de los gobernantes para diseñar (y hasta para construir) futuros convenientes.

Uno de los grupos internacionales e interdisciplinarios más interesantes dedicados al estudio del futuro es el Club de Roma. Entre sus aportaciones cabe citar la aplicación de modelos matemáticos relativamente avanzados para la investigación cuantitativa y la visualización de la complejidad tendencial del conjunto de diversas variables que pudiesen entrar en conflicto en el largo plazo.


Sin embargo, la mayor parte de estos desarrollos fueron en su origen de naturaleza proyectiva y se basaron en extrapolaciones simples, enfoque que difiere de la prospectiva por cuanto el enfoque metodológico de los primeros se basa en proyectar el pasado hacia el futuro mediante métodos de análisis estadístico y probabilístico.  Entre las limitantes de la proyectiva cabe citar el hecho de que las tendencias priorizan un futuro básico (el más probable), no contemplando explícitamente el estudio de las discontinuidades y de las posibilidades de ruptura mayor sobre las tendencias mostradas (cuando mucho llega a determinar grados de error y rangos de confianza), características que sí forman parte de la prospectiva.




Breves elementos metodológicos


Las técnicas empleadas en prospectiva de ninguna manera se restringen a métodos cuantitativos sino que aprovechan también los cualitativos y los imbrican sistémica y consensualmente. Ello facilita la generación de diversos “futuros posibles”, en gran parte producto de eventos emergentes o del comportamiento potencial de actores que pudieran alterar el curso normal de las tendencias.  De esta forma, usando tanto métodos cuantitativos como cualitativos, tomando en cuenta las posibles alteraciones a las tendencias y conjugando índices de probabilidad con los de deseabilidad, se substituye simbólicamente una especie de “tubo cerrado de probabilidades” por algo así como un “embudo abierto de posibilidades”. Este “embudo” puede mostrar claramente una gama de escenarios futuros debidamente acotados. En el gráfico siguiente se sintetiza el proceso de análisis del curso histórico de un fenómeno y se visualizan sus posibles comportamientos futuros






Sea cual fuere el fenómeno a tratar, la línea gruesa central muestra el resultado del ajuste tradicional de los datos históricos (tendencia como componente de la “serie de tiempo”), éstos últimos representados por la línea delgada asociada durante el mismo período (ilustrada por ciclos y dispersión).  El “embudo” que sigue al punto “presente” está relacionado con la diversidad de los futuros y se adecúa a la forma de una curva de distribución normal (“campana de Gauss”), ilustrada verticalmente.  La mayor probabilidad de ocurrencia está dada por los puntos asociados con la cresta de la curva; sin embargo, no se descartan las probabilidades, menores pero realistas, de ocurrencia de otros puntos alternativos, sobre todo si se considera la posibilidad de alteración de las condiciones, las condicionantes y las circunstancias; por lo tanto, no se les excluye de la visión prospectiva.

Si la interpretación del fenómeno fuese vista con criterio proyectivo, el universo de las posibilidades estaría circunscrito únicamente a la cresta de la curva, ya que es en dicha área donde se concentra la máxima probabilidad de ocurrencia de un evento futuro (considerando la simple prolongación de las tendencias observadas).  En cambio, tratándose de una visión prospectiva, la delimitación del universo de posibilidades sería aportada principalmente por juegos de estrategias y cambios de paradigmas, los cuales pueden plantearse, por ejemplo, por consenso de “grupo-experto”, por diversas aplicaciones metodológicas, por la incorporación  de factores de deseabilidad y de factibilidad o por la arbitraria eliminación de los cuartiles, quintiles o deciles, superiores e inferiores, del área bajo cada curva que representa un escenario diferente.


Desde un enfoque pragmático consensual, se puede establecer que un fenómeno o variable determinado presenta un “futuro utópico” (deseable), representado por aquél que se ubica en el extremo superior del “mapa” (o de la línea) de futuros posibles; en contrapartida, presenta un “futuro catastrófico” (indeseable) si se ubica en el extremo contrario del “mapa” (o línea); en un punto aproximadamente intermedio, se ubica el “futuro proyectivo”. Es también factible identificar el denominado “futuro lógico” mediante ajustes al proyectivo con información proveniente del análisis de coyuntura o de las decisiones o situaciones ya previstas para el corto plazo.  Una vez identificados éstos (y/u otros) “futuros clave” es metodológicamente posible construir al menos uno más: “el futurible”.  Este representa la intersección estratégica y contexto-dependiente entre lo deseable y lo factible,






Así, de entre todos los futuros concebibles dentro del espacio acotable de la prospectiva, es posible visualizar, diseñar y hasta construir aquél que combine lo más armónica, holística y estratégicamente posible, elementos, variables e indicadores provenientes de dos acercamientos metodológicos: lo deseable y lo factible.


En el campo tradicional de los estudios proyectivos se analizan la realidad, los fenómenos, sus circunstancias, sus variables, sus manifestaciones y sus consecuencias, partiendo del pasado hacia el presente y formulando a partir de ello su proyección hacia el futuro.


En cambio, en prospectiva, después de visualizar diversos futuros alternativos y seleccionar el “futurible” (deseable y factible al mismo tiempo), se observa críticamente el presente desde el futuro, aportando así uno de los mayores beneficios de la prospectiva: El diagnóstico del presente tomando como referente al futuro.


La teoría de sistemas[1] siempre representó una herramienta de gran utilidad para crear escenarios tendenciales; sin embargo, tomando sobre todo en cuenta el largo plazo, los sistemas ya no pueden asumirse acríticamente como cerrados e independientes, sino como abiertos e interdependientes. La múltiplicidad de interrelaciones entre las partes o subsistemas que conforman el todo y la variedad (al menos potencial) de escenarios de ello resultante, produce, por una parte, mayor complejidad, y por la otra, mayor utilidad para la generación de escenarios estratégicos que nos aproximen hacia futuros más deseables y hacia el “futurible”.  Asimismo, resulta de la mayor importancia el impacto causado por la flexibilización realista de los coeficientes (otrora considerados rígidos y constantes), los cambios potenciales de paradigma y la interacción, tanto endógena como exógena, entre subsistemas y entre sistemas.


Uno de los métodos cualitativos más completos y conocidos es el Delphi, el cual parte de una serie de “cuestionarios inteligentes” articulados sistémicamente. Estos contienen suficiente información básica para que las respuestas, abiertas pero acotadas, tengan fundamento.



Los cuestionarios así elaborados se entregan iterativamente a “expertos”, procurando definir asintóticamente escenarios diferenciados con un mínimo de tres a cinco ciclos de preguntas y respuestas, a fin de lograr que las opiniones se concentren, se enriquezcan y se discriminen entre sí. Al final de cada ronda de cuestionarios, se informa al resto del grupo sobre las respuestas comunes o más frecuentes, empaquetándolas por subgrupos o categorías y argumentándolas para dar sustento a las opiniones de mayor peso. La consulta se realiza por correspondencia con un gran número de “expertos”, estratégicamente diferenciados, cuya representatividad tiene carácter cualitativo.


El método Compass es similar al anterior, pero se aplica a grupos menores, principalmente mediante diálogos cruzados, argumentaciones constructivas y confrontación de ideas. Se trabaja mediante sesiones grupales de naturaleza diversa: analíticas, proyectivas, creativas, dialógicas, autocríticas, constructivistas,  etcétera, debida  y  sólidamente  coordinadas  por  un líder-conductor.


Una vez compendiados los elementos, las variables, sus indicadores y sus valoraciones para construir cada escenario, se realizan sus  narraciones cuidadosas, preferentemente con un lenguaje llano, tal como si fuese una plática de café o como un cuento que se relata y se describe, incluso a un niño.  Esto se hace a fin de que las ideas tengan la mayor claridad posible, las variables el significado pertinente y los escenarios la holística, la contextualización y los condicionamientos pertinentes. La estructura y los contenidos de los escenarios deben ser suficientemente comunes para hacerlos comparables, y suficientemente discriminantes para mostrar sus diferencias.


En adición a los métodos propiamente cualitativos, están los cuantitativos, entre los que cabe destacar aquí el proyectivo ya comentado anteriormente, el de impactos cruzados (con corrimientos cronológicos en las correlaciones estadísticas), y el de la curva logística o de ciclo de vida, el cual destaca por su comprehensibilidad y comprensibilidad.

Este es más conocido en mercadotecnia y en desarrollo tecnológico, en donde ha mostrado ser de gran utilidad para analizar el desarrollo potencial de mercados o de nuevos productos. Puede representarse como una curva en forma de “S”, donde en la fase ascendente de la curva los resultados requieren de esfuerzos (y recursos) considerables; después, por cada unidad de esfuerzo que se adicione, los resultados son exponenciales hasta que la curva se vuelve paralela al eje de las ordenadas. Este punto corresponde matemáticamente a la derivada igual a cero (d=O), punto de inflexión entre las derivadas positivas (+) y las negativas (-). A partir de este punto, la curva es simétrica y llega a confundirse asintóticamente con su limitante tecnológica o mercadológica (límite superior de resultados obtenibles):




Ahora bien, bajo una visión holística (omnicomprensiva) y teleológica (de muy largo plazo), esta curva conforma un simple eslabón fractalizado de una conformación similar en cadena.  Cada una de las curvas “S” individuales va cediendo su paso a otra curva “S” inmediatamente superior.  Entre los eslabones (curvas individuales componentes) en lugar de los tradicionales elementos de continuidad, aparecerán rupturas (discontinuidades y situaciones caóticas).  Así, los cambios de paradigma representan momentos revolucionarios menores insertos dentro de una cadena mayor de características evolutivas.  Esto se logra al superponer megatendencias como envolventes de series de microtendencias o, lo que es lo mismo, al crear indicadores globales compuestos por secuencias de indicadores parciales:








[1] La concepción clásica de la teoría de sistemas establecía que el todo es igual a la suma de sus partes; en realidad, el todo es mayor que la simple suma de sus partes, por cuanto la vinculación entre las partes genera interrelaciones y sinergia.